Dentro de los motores diésel, el sensor de temperatura de gases de escape (EGTS) puede desempeñar múltiples funciones. En primer lugar, detecta la temperatura del gas de escape, transmitiendo esta información a la unidad de control del motor (ECU) para que pueda tomar medidas correctivas para mantener las temperaturas dentro del rango esperado y proteger los componentes del motor. En segundo lugar, controla la temperatura en los puntos de entrada y salida del filtro de partículas diésel (DPF), ayudando a mantener la temperatura correcta para una regeneración óptima que mantiene las emisiones de escape lo más bajas posible.
Sobre la base de la información proporcionada por el EGTS, el ECU puede controlar activamente las condiciones de funcionamiento del motor a través de una serie de medidas tales como la reducción de la presión del turbo o cambiar la válvula o el tiempo de inyección de combustible.
Es importante que un EGTS dé una lectura rápida y precisa para permitir que un motor se regule eficientemente. Como resultado de una innovación de larga data, DENSO fue pionero en el sensor EGTS de coeficiente de temperatura negativo (NTC), donde una alta temperatura corresponde con una baja resistencia, y viceversa. Esta tecnología es compatible con una gran proporción del parque de automóviles de Europa y es compatible con una amplia gama de especificaciones y rangos de temperatura.